El presente trabajo se redacta con el objetivo de servir al proyecto de investigación EmCliC (Experiencias del Cambio Climático) como informe acerca de la influencia de la arquitectura y el urbanismo de Madrid en las experiencias de estrés térmico en la ciudad. Con ese objetivo, se revisa aquí la bibliografía existente que analiza la acción de la edificación y la trama urbana sobre el denominado efecto Isla de Calor, se identifican las diferentes tipologías edificatorias, soluciones constructivas, materiales, infraestructura urbana, presencia de zonas verdes, y demás factores que influyen en la sensación de calor en la ciudad. Este trabajo, además, pretende ofrecer una visión amplia que no se restrinja a lo técnico, sino que valore los asuntos sociales, políticos y culturales como elementos relevantes a la hora de analizar la relación de la ciudad con el sobrecalentamiento y, consecuentemente, con el Cambio Climático. La ciudad, sus calles y sus edificios, se integran en este estudio en un ecosistema más amplio de intereses, políticas, normativas y proyectos, así como en su historia “construida”.
El estudio se centra en analizar las experiencias situadas y corporeizadas de estrés térmico, desde el punto de vista de la arquitectura y el urbanismo. El objeto de estudio, por tanto, será la Isla de Calor Urbana (ICU). Daremos cuerpo a la ICU de la ciudad de Madrid analizándola no como algo contenido en un perímetro, unas formas y volúmenes, unos edificios y calles, sino como algo difuso y difundido, que se genera por la acción conjunta de la densidad urbana, la presencia (o no) de corrientes de aire, de bolsas térmicas y superficies radiantes, pero también por la acción de vecinos que abren sus puertas, dejan persianas a medio bajar, o por ordenanzas bioclimáticas, costumbres y leyes.
El estudio se centra en analizar las experiencias situadas y corporeizadas de estrés térmico, desde el punto de vista de la arquitectura y el urbanismo. El objeto de estudio, por tanto, será la Isla de Calor Urbana (ICU). Daremos cuerpo a la ICU de la ciudad de Madrid analizándola no como algo contenido en un perímetro, unas formas y volúmenes, unos edificios y calles, sino como algo difuso y difundido, que se genera por la acción conjunta de la densidad urbana, la presencia (o no) de corrientes de aire, de bolsas térmicas y superficies radiantes, pero también por la acción de vecinos que abren sus puertas, dejan persianas a medio bajar, o por ordenanzas bioclimáticas, costumbres y leyes.